Hoy, vestido de encaje. Este tejido, que antiguamente se reservaba para contadas ocasiones y en prendas únicamente de vestir, aparece hoy día en infinidad de camisetas, tops informales, denim... Igualmente su combinación admite contrastes con colores y texturas opuestos, dando lugar a outfits originales. Aquí podéis acceder a un post (Vogue) sobre maravillosas prendas de encaje. Hoy os enseño un vestido, todo de encaje, elástico, y en un tono de azul precioso. Estas fotos las tenía guardadas y, aprovechando que hoy es fiesta y hay alguien se ha puesto un poco más arreglada para salir a comer, os las enseño. Como os venía diciendo, este vestido de encaje admite también complementos más casual, como botines (para quien tenga unas piernas largas y esbeltas), un bolsito de ante y flecos en el tono de los zapatos que llevo en las imágenes o, si fuese necesario llevar chaqueta, una biker, por ejemplo.
El color de los zapatos constituye una opción segura a la hora de combinar el azul marino. Pero el vestido, por su parte, admite también infinitas posibilidades de combinación en cuanto a cartera. Yo me basé en el blanco roto como base, sobre el que se superponen retales acharolados en tonos pastel. Ya me lo habéis visto en otro post, y lo podéis recordar aquí. La joya de la corona, que empasta absolutamente con el vestido de encaje, este collar joya de ¿Qué me pongo yo?, con forma de racimo y constituido a base de flores recortadas en azul clarito y dorado. Las gafas de sol más acertadas fueron éstas de estética vintage e imitación de carey.
Bolso y collar joya: ¿Qué me pongo yo?
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