21 de septiembre de 2015

Bowling.

Llega el baile de grados en el termómetro. La temperatura sube y baja a lo largo del día de forma inesperada y, en ocasiones, exagerada. Así pues, hemos de buscar prendas con las que no pasemos frío de buena mañana y al anochecer, y con las que no nos asfixiemos al llegar el mediodía. Los vestidos cortos de manga larga o francesa resultan ideales para la época en que estamos porque son capaces de solucionarnos la papeleta. Éste es azul marino, con pequeños corazoncitos blancos y verdes; una monada. Lo compré en las últimas rebajas, hace ya unas semanas, en vistas a utilizarlo en estos últimos días de verano y en los primeros de otoño, con medias. 
Y si un bonito vestido de entretiempo nos puede sacar de más de un apuro, unas sandalias de tacón negras y un buen bolso, nos pueden acompañar toda la vida (sobre todo éste último). Así que os presento a mi nuevo acompañante, este bowling azul marino con borla (muy en boga esta temporada) que tiene un tamaño ideal, ya que aunque no se ve muy grande, es muy espacioso. 








Calzado: Zara (similar)

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